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MI ENTORNO ESCOLAR
martes, 23 de noviembre de 2021
martes, 24 de marzo de 2015
EL ESPACIO COMO ELEMENTO FACILITADOR DEL
APRENDIZAJE
Como docente de grado transición he sentido la necesidad de reflexionar sobre la importancia de reconocer los espacios escolares y la organización del aula como un elemento vital en la actividad docente, por lo tanto es necesario estructurarlos y organizarlos adecuadamente para lograr en los estudiantes una disposición a aprender, a pensar, a querer estar ahí y no en otro lugar, a sentirse queridos y a desear regresar cada día.
Entendemos por ambiente de
aprendizaje el espacio físico o paredes que delimitan los enseres y
materiales educativos que se encuentran
en él, pero que carecen de sentido si no se interrelacionan y si no existe un
motor que los mueva y propicie relaciones que favorezcan el aprendizaje como es
el docente.
El
ambiente tiene influencia en las actividades del hombre, en su alimentación, en
su salud, así como en sus enfermedades y en sus angustias (Roldán, et al.,
1999); “comprende aquello que es extrínseco al organismo y que de algún modo
actúa sobre él” (Mazparrote y Cenicero, 1992:6). Tal aclaración nos conduce a
manifestar que el ambiente “involucra todo aquello que rodea al hombre, lo que
puede influenciarlo y puede ser influenciado por él” (Morales, 1999:31). Se
forma por las circunstancias físicas, sociales, culturales, psicológicas,
pedagógicas que rodean a una persona, por lo cual tiene la característica de
ser peculiar en relación con las características de estos elementos.
El entorno escolar debe facilitar a los estudiantes el contacto con materiales y actividades diversas que permitan su desarrollo cognitivo, afectivo y social, de ahí la importancia de un ambiente escolar propio, diverso y teniendo en cuenta que no todo aprendizaje se debe desarrollar dentro de las cuatro paredes del aula, porque se pueden ofrecer otros escenarios distintos ya sean construidos o naturales dependiendo de las tareas y objetivos emprendidos.
Menciono todo lo anterior por la
experiencia que vivo actualmente ya que por causa de remodelación de la escuela
Antonio Jota donde he compartido con los niños de preescolar, hoy puedo
comparar el comportamiento de los niños cuando se encuentran en dicha sede y en la que actualmente estamos donde nos
encontramos estrechos, con poca luz y mucho calor, situaciones que hacen que
los estudiantes sean más indisciplinados y se desconcentran con facilidad, por
lo contrario un aula cómoda y espacios adecuados permiten y facilitan ambientes
agradables.
Es de anotar que cualquier espacio de nuestra escuela puede ser un lugar educativo si se organiza teniendo en cuenta nuestros proyectos y programas, si somos creativos se puede sacar provecho de espacios comunes como. Pasillos, rincones escaleras, patios, jardines, sitios que nos permitan desarrollar actividades diferentes como: observar, experimentar, descubrir, de tal forma que se multipliquen los recursos y se pueda ampliar su utilización y poder alejarnos un poco del aula que a veces se torna monótona y aburridora.
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